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lunes, 5 de noviembre de 2012

Lejano amor





















Lejano amor, de nuevo te visito,
quiero volver al sol de tus palabras
al lecho del papel y de las letras
escritas en el ordenador y trasmutadas
a la virtual pantalla en que dejamos
la débil esperanza de que un día
volvamos a encontrarnos como antes.

Siempre está la esperanza con terquedad de mula
en absurdo propósito de enmienda
enviando mensajes de un corazón a otro
a diestra y a siniestra su alocada veleta
su gallito guapeando contra el viento
ojos llegando al borde de tus ojos
sueño llegando al borde de tus sueños.

Lejano amor que dueles y anticipas
nuestro luto total la insalvable distancia
lo frugal del encuentro en la opulenta ausencia
desgranándose lenta desde cada minuto
dentro de la redoma del reloj de la arena
del desierto que filtra a través de la lágrima
y nos deja su rastro de ceniza invisible
para que alimentemos una rosa de sangre.

Amílcar Luis Blanco

4 comentarios:

  1. Como me gusta leerte, a pesar de tus letras fuertes de nostalgia y soledad inusitada, de espera y silencios de esperanzas que siempre vuelven a nosotros después de ver marchar a alguien que no queremos que nos abandone…
    Magnifica tu entrada, y tu decir mas poético que nunca. Un abrazo.

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  2. Gracias, Lola. Y es verdad la esperanza siempre vuelve, incorregible e incontenible, después de sentir la ausencia de alguien que amamos. Un abrazo.

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  3. Los amores lejanos y perdidos siempre vuelven a la memoria como fantasmas de un pasado que quizás imaginamos más que vivimos, pero que sentimos como si lo hubiéramos vivido.

    Magnífico poema, Amílcar, pleno de belleza y sentimiento.

    Besos y feliz fin de semana.

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  4. Es verdad, Mayte, y uno sueña con que no nos olviden, sueña con la permanencia, aunque sea con saberse sostenido en ese amor. Gracias por tu comentario y por tu visita. Besos y feliz fin de semana para vos

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