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lunes, 21 de noviembre de 2011

Tú, yo…


Tú, regalándome con tu mirada
hasta untarme de luz y penetrarme
la misma encrucijada de las venas,
dejándome tu risa repartida en la sangre.

Tú, dándome tus manos hechas viento
sobre mis rojedades como sobre amapolas
soplándome la prisa de tu aliento,
abierta, desnudándote y a solas.

Yo, queriendo salir desde tu cuerpo,
brotar desde tu vientre,
crecer entre tus manos,
rozado por las suaves caricias de tus palmas.

Yo, dejando que mis ojos,
como uvas verdes vivas,
se acrecienten adentro de los tuyos
hasta estremecernos juntos en la hondonada del suspiro.


Amílcar Luis Blanco (Pintura por Angel Ramiro Sanchez)

10 comentarios:

  1. ¡Ay Almicaaaaar!!!!!!
    ¡Que exhaustos los has dejado!
    Hoy tus letras abrazando lo erótico y rozan el amor y la pasión. Sabes, me encantan esas frases también medidas. Es un poema fantástico.
    Te dejo mi gratitud y mi estima. Un abrazo desde Galicia. Se muy feliz.

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  2. Éste es uno de los poemas más bellos que he leído en toda mi vida, mi querido Amílcar y no sé cómo felicitarte por ello, porque es realmente un poema de amor sensual ¡soberbio!

    ¡Aplausos mil desde esta platea bloguera, mi Maestro, mi Poeta!

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  3. Gracias José Ramón por el amable comentario. Un abrazo.

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  4. Hola Marina, pontevedrina como mi abuela. Mil gracias por tu elogioso comentario. Te envío yo también mis cariños desde esta provincia de Buenos Aires.

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  5. Hola Marina, pontevedrina como mi abuela. Mil gracias por tu elogioso comentario. Te envío yo también mis cariños desde esta provincia de Buenos Aires.

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  6. Hola Marina, pontevedrina como mi abuela. Mil gracias por tu elogioso comentario. Te envío yo también mis cariños desde esta provincia de Buenos Aires.

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  7. Hola Marina, pontevedrina como mi abuela. Mil gracias por tu elogioso comentario. Te envío yo también mis cariños desde esta provincia de Buenos Aires.

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  8. Hola Marina, pontevedrina como mi abuela. Mil gracias por tu elogioso comentario. Te envío yo también mis cariños desde esta provincia de Buenos Aires.

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  9. Querida Mayte, me hacés muy feliz con tus elogios, espero siempre merecerlos. Un caRIÑOSÍSIMO SALUDO Y MILES DE BESOS PARA VOS.

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