Enamorado estoy de su elegancia
Y de su sensualidad ardiente y pura
que la lleva a embarcarse en la aventura
del amor, el deliro y la distancia
Lo arriesga todo, fiel a la observancia
de buscar la belleza y la madura
palabra de extremada catadura
para expresar su grávida sustancia.
Es mujer, es poeta. Su importancia,
el maternal cariz de su ternura,
de su frente a sus pechos mueve el ansia
de escanciarse en el sol de su escritura.
Ganas de ser en ella y, a su instancia,
de amarla con pasión y con locura.-
Amílcar Luis Blanco
El amor es esa fuerza profunda que llega muy adentro y abraza, y hace sentir, y hace palpitar, y hace ver las cosas llenas de luz.
ResponderBorrarUn beso.
Mi querido Maestro, tu poema me llega al alma por su sinceridad y emotividad. Es uno de los más hermosos sonetos que he leído y lo he disfrutado mucho. Espero que tu amada se sienta muy feliz al saberse halagada de tan bella manera, de forma tan elocuente y apasionada.
ResponderBorrarSeguro que ella, agradecida en grado sumo por tanta y tan amorosa atención, escanciaría muchos besos sobre tu frente de poeta sublime, mi muy adorado Amílcar...
María, el amor mueve al mundo, nos mantiene vivos y despiertos y, cuando nos dormimos, enlaza nuestros sueños y aún en la vigilia los sostiene. Un beso.
ResponderBorrar¡Mayte querida! Maestra, Poeta, eres siempre tan consecuente y amorosa. Se y eso me hace muy feliz a mi también, que mi amada se siente reconocida y halagada y ¿qué puede haber mejor que eso? Nada. Y si desea darme esos besos, bueno...
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