Ojos de negra femenina y moza,
del color de la noche o del café;
llamas del fuego frío de una rosa
que tiene pétalos de sed.
Miradas, como largos ríos de luna,
como rieles de luz sobre las aguas
de membruda laguna
evocan tus enaguas
y la lánguida hambruna
que se precipitaba
después que nuestros cuerpos las cuerpeaban.
Ojos de negra noche substanciada
por sideral negrura de infinito
que de hondura inflamaban mi apetito
y de beberme en vino tu mirada.
Nos mirábamos sucios, mundanales,
hiriéndonos con recias estocadas,
con ojos como lánguidos puñales,
clavándonos los filos de celosas porfías
en mil duelos fatales
cambiando nuestro bien por bruscos males
en que desfallecían,
en absurdas orgías
goces como acosadas fantasías.
Amilcar Luis Blanco (Pintura de Cesar Santos)
Amílcar esos ojos negros son todo un paseo por la noche instintiva,sensual,apasionada y enfebrecida en orgías infinitas...!
ResponderBorrarImagenes sugerentes,mágicas y oscuras provocan en el lector toda una gama de sentires ancestrales,míticos y sobrecogedores.
Impresionante la expresividad, la fuerza y el rítmo,que dá vida al poema,renovando momentos de intensa atracción física.
MUY LOGRADO AMIGO POETA!!
Mi felicitación y mi abrazo grande desde Madrid frío y lluvioso.
M.Jesús
Ojos como lánguidos puñales, como rieles de luz sobre las aguas...Ay, mi niño, qué belleza sensual y arrebatadamente pasional tiene tu poesía amorosa, que hace de una mirada, tango y milonga, noche y día...
ResponderBorrarY otro beso más, Amílcar, mi poeta querido y admirado, mi Maestro y amigo.
María Jesús, Majecarmu, gracias por tu comentario. En ese Madrid de ahora, frío y lluvioso, habrá ojos negros pero serán "ochi chornia", como los de los rusos, me alegro que los de mi poema, un poco mas tropicales, hayan conseguido transmitirte algo del calor con que los he sentido. Un abrazo grande desde este verano argentino.
ResponderBorrarMayte, si supieras cómo me inspira tu poesía y vos misma, te darías cuenta que desde que te leo me convertí en discípulo o alumno de tu autenticidad y tu manera de encarar los temas. Aunque quizás desde antes de conocerte coincidía contigo. Vos también para mí sos poeta, maestra y amiga. Interinfluyámonos mutua y recíprocamente y, mientras tanto, besos, besos, besos.
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