Seguidores

Translate

jueves, 17 de marzo de 2011

Mujer

Mujer, casi extractada de tus ojos melados,
de tu boca de fruta,
de tus hados,
asomada a la gruta
de tus cielos pintados
Y a tus artesonados.

Deliciosa mujer que, cuanto más lejana
más cercana te encuentras, más humana;
de pómulos de ceras y manzanas.
Y de senos turgentes y cordiales
que delatan,
como frescos cubiertos por sedas y por panas,
los lúbricos instintos ancestrales,
los que de amor consuelan y no matan.

Las sirenas de escamas nacaradas,
verdes, grises, azules,
desveladas,
persiguen tus tesoros como corzos.
Y hay huríes sedientas cubiertas por los tules
rasgándole camisas
a centauros con torsos
émulos de abedules
y a donceles
en blancas efusiones de sonrisas
que surgen de tus gustos y sus mieles.

Esto de andar corriente
como un río
a bordo de un poético navío
e ingresar a los puertos y a la frente
de otros que arman bajeles
y poner en las ánforas claveles
es encender en lo escarchado y frío
una cándida hoguera de maternal estío.

4 comentarios:

  1. Querido amigo Amilcar: un poema con un ritmo impresionante dotado de una cadencia melosa y armónica. Estupendo. Es frágil y delicado como las hojas de los abedules.
    Mi admiración
    Un abrazo

    ResponderBorrar
  2. Qué precioso poema, Amílcar, es bellísimo, me ha encantado, querido amigo, porque sumas y extractas en él todo un abanico de conceptos, descripciones y sentimientos, plasmados con esa magia que sólo tú posees, Maestro.

    Un beso enorme, de una mujer, humilde aprendiz, que te admira.

    ResponderBorrar
  3. Querido Rafael, gracias por tu comentario, me alegro que el poema te haya gustado. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  4. Querida Mayte, quizás como dijo antes Rafael mi poema haya salido un poco empalagoso pero refleja sentimientos reales que me despierta quien me lo inspiró. Me alegro que te haya gustado.Otro beso, también enorme, para tí.

    ResponderBorrar

Los comentarios son bienvenidos pero me reservo el derecho de suprimir los que parezcan mal intencionados o de mal gusto